Concurso "El Tiempo se nos Escapa"

lunes, 21 de abril de 2014

Un Paseo con la Nostalgia

El hecho de volver al parque donde jugábamos cuando niños no apoyaba mi estado. Sentí las miradas apesadumbrada de las flores que parecían percibir como me sentía. Puedo estar sin él, me repetí, pero lo único que pasaba por mi mente era ella en sus brazos; no lo merece, pero hasta en ese triste recuerdo puedo ver la felicidad en sus ojos azul cristalino, no puedo sentirme mal por el al verlo así, tan feliz.
No puedo estar sin él, pensé, pero él puede estar sin 
mí.

Me senté, agobiada por mis pensamientos, en el antiguo banco de la plaza. Al otro lado del camino se encontraba un hermoso rosal, pude presenciar el tallo de dos rosas uniéndose desde la raíz, al final empiezan a separarse, al igual que él y yo.
Las ramas de los árboles se mecían de forma lenta, casi floja, haciendo caer las coloridas hojas de un cerezo. Me recordó al momento en que nos conocimos.

—¿Qué haces florecilla?—Quise discutir con el extraño niño por llamarme así, pero en realidad sonaba bonito. Sonreí.
—Miro el cielo— Dije encogiéndome de hombros. Se acostó junto a mí.

—Esa es una hermosa flor—Señalo una nube. Tenía razón. Un ligero brillo se alzaba desde el centro, creando suaves sombras y perfeccionando los pétalos. Era hermosa, parecía creada por un pintor, pero no cualquier pintor podía mostrar su belleza.

—Es como tú, hermosa Flor—Pronuncio mi nombre con tanta dulzura que aunque estaba pequeña supe que se robaría un parte de mi corazón.
Pero ahí estaba yo, mirando a la hermosa pareja sentada bajo el enorme árbol. Sonreí a pesar de la lagrima que se deslizaba por mi mejilla, una parte de mi estaba feliz por verlo feliz, pero otra quería ser yo la que estuviese sentada junto a él bajo ese árbol, el cual, pensé con tristeza, es el mismo donde nos conocimos.

Srta. Luna
Derechos Reservados.

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